El embalaje de WonderGrill elimina todas las incomodidades que entrañan las barbacoas
Carbones Fergón es el mayor productor de carbón vegetal en España que ofrece la gama más completa de carbones para todo tipo de usos así como todo tipo de productos relacionados con barbacoa y chimenea (leña, productos de encendido, cerillas y mecheros, velas, etc). Desde su fábrica en Huelva, la empresa afirma que se rige por "altísimos estándares de ecología, calidad y limpieza".
El reto:
Las briquetas de carbón se venden tradicionalmente embaladas en bolsas de papel que ensucian las manos y la ropa además de generar embalajes vacíos que deben desecharse después de cada uso. Por otra parte, las frágiles bolsas de papel siempre están expuestas al riesgo de rotura en algún punto de la cadena de suministro, llegando al punto de venta en mal estado y provocando pérdidas innecesarias así como ensuciando camiones, almacenes y trastiendas con polvo de carbón. Carbones Fergón ya había intentado abordar anteriormente algunos de estos problemas con una solución combinada de jaula y caja de cartón, pero el polvo sigue siendo un problema. Por ello, recurrieron a DS Smith con el deseo de obtener una solución de embalaje de briquetas de carbón que facilitara su transporte y almacenamiento, permitiera su exposición en estanterías además de facilitar un uso limpio y seguro de las mismas al encender una barbacoa y todo esto teniendo en cuenta siempre el medio ambiente.
La solución:
Tras reunirse con Carbones Fergón, los diseñadores de DS Smith se pusieron manos a la obra para presentarles una solución para briquetas de carbón que se podría emplear desde que estas salen de sus fábricas en Huelva hasta que llegan a las parrillas de las barbacoas de los usuarios finales: se acababa de inventar la nueva caja WonderGrill Box.
El embalaje se rediseñó por completo, desde la estructura central en forma de jaula, hasta la caja exterior. Se ideó una caja de cartón rectangular sellada sin ranuras en el fondo, para que el polvo de carbón no pudiera salir al exterior y manchar. Carbones Fergón nos pidió además garantías de la inaccesibilidad al interior de la caja. Este requisito se cumplió con éxito incorporando unos gatillos en la solapa de cierre que se enganchan en una ranura una vez que se cierra la caja.
Gracias a este nuevo embalaje, el consumidor final solo tiene que abrir la tapa superior de la caja exterior que ahora se presenta pre-cortada. Una vez abierta la tapa, se prende fuego en la parte central de la estructura en forma de jaula, que se ha dejado libre para este fin. De esta manera, el usuario no tiene que manipular las briquetas de carbón con las manos, por lo que evita mancharse, y el propio embalaje sirve para encender la barbacoa por lo que no deja ningún residuo.
El resultado:
- Aumento de las ventas gracias a una posición líder y una clara diferenciación en el mercado
- Experiencia de cliente superior gracias a la fácil apertura y encendido de la caja
- Reducción de costes gracias a una cadena de suministro más limpia
- Mejor rendimiento ambiental al no generar residuos