Innovación industrial, un factor clave en la nueva normalidad

La necesidad de apostar y de invertir en I+D+i se ha hecho todavía más evidente como factor clave para el desarrollo futuro

El mundo como lo conocíamos hasta ahora ya no existe. Ninguna empresa estaba preparada para hacer frente a los escenarios provocados por la COVID-19. El efecto dominó ha resultado ser imparable: miles de fallecidos y millones de contagiados, colapso sanitario, distanciamiento social, paralización económica y un largo etcétera que hace vislumbrar una crisis similar a la vivida en 2008.

La caída del 18,5 % del PIB entre abril y junio y la pérdida de más de un millón de empleos en solo tres meses son la muestra inequívoca de la dramática situación que se atraviesa y que se ha convertido en todo un ejercicio de supervivencia, no solo sanitaria sino económica y empresarial.

Las empresas van adaptándose en mayor o menor medida a la nueva normalidad, aprendiendo día a día a base de errores y aciertos y conforme va mandando la actualidad. Estas se han convertido en las responsables de activar medidas en su forma de trabajar que ayuden a evitar la propagación del virus, protegiendo a sus empleados en base a las recomendaciones de las autoridades sanitarias e intentando mantener la continuidad de su negocio, adaptando, en muchas ocasiones, su producción a las necesidades actuales e intentando minimizar, así, las consecuencias sociales y económicas que se pueden derivar de esta crisis sanitaria.

Un ejemplo de ello, se vivió durante el confinamiento con la respuesta del movimiento maker para fabricar, en tiempo récord, elementos de protección y respiradores artificiales de emergencia, con impresoras 3D, que pudieran hacer frente a la contención del virus.

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Apuesta por la innovación frente a la Covid-19

Frente a esta situación, los expertos señalan la apuesta por la innovación y la digitalización como elemento clave para hacer frente a la crisis y reconstruir la economía española. Estar atentos a cómo las innovaciones que vayan surgiendo pueden afectarnos como empresa y, sobre todo, estar dispuestos a indagar para ofrecer siempre el mejor servicio a los clientes.

De todo esto, se extrae una importante lección y es que esta pandemia ha provocado un avance tan rápido en la digitalización y un cambio de mentalidad que, en otras condiciones, hubiese tardado años.

La necesidad de apostar y de invertir en I+D+i se ha hecho todavía más evidente como factor clave para el desarrollo futuro. Por ello, el objetivo principal es aprender de los errores pasados, explorar las nuevas oportunidades que surgen de esta situación excepcional y estar preparados para que, en un futuro, lo considerado como productos o servicios esenciales no dependa tanto de terceros países.