Embajador de la marca: embalajes para envíos
En el comercio electrónico el embalaje desempeña un papel especialmente importante. DS Smith colabora con sus clientes para desarrollar nuevos conceptos de embalajes que cumplan de manera óptima distintas necesidades y reduzcan al mismo tiempo y en gran medida la complejidad de los procesos.
Estas soluciones innovadoras contribuyen tanto a la facturación de los clientes, como a un aumento del potencial de reducción de costes en toda la cadena de valor del comercio electrónico. Estos desarrollos también garantizan la reducción al mínimo de los riesgos en toda la cadena de suministro.
La función más importante del embalaje de transporte ha sido siempre la protección del producto. La mercancía debe llegar al consumidor en perfecto estado por lo que el embalaje debe adaptare perfectamente a los requisitos del producto y a la forma específica de transporte. Si la protección es insuficiente, el producto sufrirá daños. Por otra parte, una protección excesiva supone un mayor impacto ambiental, unos costos más altos y un comprador posiblemente molesto por el “exceso de embalaje”. Nosotros disponemos de una herramienta única en la industria que nos permite determinar con seguridad los requisitos actuales del embalaje, junto con el cliente, y desarrollar el embalaje de transporte perfecto conforme a los requisitos específicos del cliente. La estrecha cooperación entre el cliente y DS Smith sienta las bases para el éxito.
El embalaje de transporte cumple mucho más que una mera función logística. Se ha convertido en una importante herramienta de comunicación entre la marca/minorista en línea y los consumidores. La “hora la verdad”, es decir, cuando se produce el primer contacto físico entre el producto y el consumidor, ya no se produce en el clásico punto de venta sino que tiene lugar cuando el paquete se entrega en la puerta del cliente.
Las promesas de la marca se transportan directamente al salón del consumidor. Es importante que el consumidor reaccione positivamente al embalaje y que funciones como el tacto o la “expectación al desembalar” contribuyan a que la marca cumpla su promesa con el producto solicitado. Solo si se cumple todo esto, es posible que el cliente realice un segundo pedido. El desembalaje de vídeos es un buen ejemplo en el que el comprador experimenta el producto y el embalaje como una sola unidad.
Además, para los compradores también es importante poder reciclar o reutilizar el material de embalaje para otros fines como, por ejemplo, como cajas de almacenamiento.
Si al final, al cliente no le gusta el producto que había pedido, es importante que el paquete pueda ser devuelto fácilmente. La devolución de mercancía debe ser lo más cómoda posible para el comprador. Para el remitente en línea es importante que el embalaje permita esto y que, una vez más, la protección del producto quede perfectamente garantizada para que este llegue a su destino en las mejores condiciones posibles.
Con dos se pueden hacer tres: esto es posible con el concepto de embalaje denominado “variable”.Dos recortes de cartón casi idénticos permiten hacer tres embalajes distintos que varían en altura, anchura y longitud, lo que reduce considerablemente la complejidad.
Las necesidades del comercio electrónico requieren procesos bien estructurados y poco complicados. Hemos desarrollado múltiples soluciones que aseguran que es posible enviar el máximo número de productos diferentes con el menor número posible de variantes. El embalaje también debe ser optimizado para su manipulación, es decir, debe ser fácil de colocar, llenar y cerrar. Esto ayuda a ahorrar tiempo y dinero. Para lograrlo, hay que tener en cuenta todo el ciclo de suministro.