Cómo gestionar la innovación en una empresa de packaging
Desde hace cerca de 15 años la palabra innovación inunda cualquier plan estratégico empresarial y llena líneas de documentos. La crisis económica nos puso frente a la realidad de una industria y una economía productiva pero poco innovadora.
Justo lo contrario que en estos momentos cuando todas las empresas –sean del sector que sean– dicen de sí mismas que son 'líderes en innovación'. Sin embargo esas afirmaciones es necesario corroborarla con hechos.
Para que una compañía pueda innovar es necesario pensar, planificar, ejecutar y controlar aquellas ideas que se desean llevar a la práctica. Y para ello es necesario generar una estructura que facilite el intercambio y la aportación de ideas desde cualquier departamento y que dichas ideas se valoren.
Una manera de gestionar la innovación es la creación de un comité en el que se integren todos los departamentos de manera multidisciplinar y donde se puedan lanzar todas las propuestas, a veces, incluso, disparatadas.
Otra metodología para incorporar la innovación en la empresa es la de resolver problemas que plantean los proyectos o los clientes. Se trata de buscar soluciones diferentes que mejoren los productos o procesos.
Está claro que en una empresa especializada en packaging podrá ofrecer soluciones diferentes a sus clientes en cada proyecto que lancen ya que se trata de su día a día y cuenta con ingenieros de embalaje que conocen materiales, formas y procesos.
Si apostamos por la creación de un comité de innovación es importante vertebrar su tarea y ordenarla: elaborar actas de cada reunión donde se analicen las ideas, el estado de cada proyecto, qué departamento lo ha lanzado, y en qué fase de desarrollo se encuentra. Y sobre todo, analizar la viabilidad del proyecto. No podemos olvidar que somos empresas y que nuestras innovaciones deben redundar en un mayor beneficio para nuestros clientes. Y esa será nuestra principal arma de venta para que acepten un cambio propuesto. Una mejora en la paletización, una reducción de tiempos en el suministro, un ahorro de costes, de almacenaje... cualquier innovación debe cumplir el requisito último de la viabilidad económica y su comercialización. Si no, lo que tenemos es un proyecto sin futuro.
Sin embargo, si la empresa cuenta con un comité de innovación que asume como propia esta premisa, las ideas que llegan a buen puerto son las que clientes y mercados aceptarán por el simple hecho de que aporta mejoras.
Otra vía para la innovación es la resolución de problemas planteados por el cliente. Se trata de ofrecer una respuesta novedosa. Sin embargo, si la empresa cuenta con un comité o un departamento de innovación, la respuesta para el cliente siempre será más rápida. El ‘entrenamiento’ que supone para una organización contar con un trabajo interiorizado dirigido a la innovación permitirá a cualquier empresa responder de manera más ágil ante los retos que planteen sus clientes.En Tecnicarton contamos desde hace 15 años con dicho comité. Se trata del Comité Estratégico de Desarrollo e Innovación y podemos afirmar que ha resultado ser un hecho diferenciador de nuestra empresa frente a la competencia. Se trata de un equipo de trabajo formado por miembros de los diversos departamentos de la empresa y cuyo objetivo es fomentar las ideas y transformarlas en proyectos de innovación reales y objetivamente realizables. Este comité tiene la misión de evaluar cada una de las ideas que se plantean y priorizarlas.
Gracias a este comité, se evalúan las necesidades expuestas por los clientes y con una perspectiva global se ofrece una solución. Y después de todos estos años estamos convencidos de que se trata de una herramienta útil para nuestro desarrollo y una estrategia útil para otras empresas. En innovación no es posible la improvisación. Justo al contrario, es el departamento que más planificación requiere ya que desde el momento en el que se plantea un problema, hasta su fase final de comercialización pueden pasar meses, sino años.
Nuestra aportación y propuesta es, por tanto, invitar a las empresas a que apuesten por el desarrollo de un comité que gestione sus ideas y las convierta, de verdad, en innovaciones.